Rodas fue conquistada en 1309 por los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que la convirtieron en una grandiosa ciudad medieval y la fortificaron hasta que llegó a ser un baluarte poco menos que inexpugnable.
Sus impresionantes murallas y fosos, que aún pueden contemplarse hoy en día, resistieron diversos asedios musulmanes. Finalmente, Rodas sucumbió en 1522 ante el poderío militar de Solimán el Magnífico.