Montenegro es un pequeño país eslavo, situado en el Adriático, frente a las costas del sur de Italia y cerca de Dubrovnik. Es increíblemente montañoso, y los bosques que se extienden por sus montañas están bien conservados. Su extensión es similar a la de la provincia de Jaén, en España, y su población a la de la ciudad de Málaga.
Qué ver en Montenegro: este pequeño país tiene hermosas costas con playas y acantilados, antiguas ciudades amuralladas, bosques, lagos y monasterios ortodoxos.
Budva y Sveti Stefan
Sveti Stefan, el lugar más fotografiado de Montenegro, pertenece al municipio de Budva. Originalmente era un poblado de pescadores enclavado en una isla, pero en la actualidad es un hotel de lujo unido al continente por un istmo artificial.
En el periodo de la antigua Yugoslavia, Sveti Stefan, convertido en hotel, fue un lugar muy popular para toda clase de celebridades, desde políticos hasta estrellas de cine.
Las extensas playas del municipio de Budva y el encanto de su casco viejo amurallado han convertido la zona, llamada la Riviera de Budva, en la más visitada y más desarrollada turísticamente del país. Así que probablemente te alojarás en ella en tu viaje a Montenegro.
En el casco viejo de Budva hay varias iglesias, algunas muy antiguas, además de muchos bares y comercios.
Hay también una ciudadela. Merece la pena pagar los 5 euros por persona que cuesta (en el momento de escribir estas líneas) acceder a la ciudadela, que alberga una biblioteca y un bar, por las magníficas vistas que ofrece sobre la ciudad vieja.
Y abajo tienes el mismo lugar, visto desde el otro extremo: la playa que hay junto a la ciudad vieja. El punto más alto, exceptuando la torre de la iglesia, es la muralla desde la que se tomaron las anteriores fotos.
Si sigues caminando para alejarte de la ciudad vieja, verás la Bailarina, bonita estatua de bronce que destaca junto al acantilado, frente al casco antiguo de Budva. Luego llegarás a las playas Mogren 1 y Mogren 2 (ésta última sólo accesible por un pasaje que atraviesa la roca).
En el lado opuesto (al sureste), después de la playa de Budva veremos Bečići, con su extensa playa. Un agradable y largo paseo nos llevará desde Budva hasta el final de la playa de Bečići, donde comienzan los acantilados (al fondo de los cuales se vislumbra Sveti Stefan), e incluso un poco más allá. Aunque para llegar a Sveti Stefan hay que caminar un trecho por la carretera, y eso ya no es recomendable.
La Riviera de Budva no acaba en Sveti Stefan. Más allá está Petrovac, con más playas y más infraestructura turística.
Qué ver en Montenegro: Kotor y Cetinje (Cetiña)
La bahía de Kotor
La comarca de Kotor, Patrimonio de la Humanidad, es la joya de Montenegro, con permiso de Budva y de los bosques que indujeron a los venecianos a poner nombre al país.
La ciudad de Kotor está situada al fondo de una bahía llamada Bocas de Kotor, que parece un fiordo pero en realidad es una ría.
En la bahía, a pocos kilómetros de Kotor, está la localidad de Perast. Cerca de ella se encuentran dos pequeñas islas, el Islote Sveti Dorde (San Jorge), en el que hay un monasterio benedictino del siglo XII, y la isla artificial llamada Gospa od Škrpjela (Nuestra Señora de las Rocas), formada por acumulación de rocas y de restos de barcos hundidos. En esta isla hay una iglesia del siglo XVII.
La ciudad de Kotor está defendida por impresionantes murallas. En su interior encontraremos un hermoso casco histórico cuyos edificios muestran marcados rasgos venecianos, porque desde el siglo XV hasta finales del XVIII Kotor estuvo sometida al dominio de la República de Venecia (lo que, por cierto, la ciudad solicitó voluntariamente, ante la amenaza que representaba el imperio otomano).
Un edificio notable de Kotor es la catedral católica de San Trifón, originalmente construida en el siglo XII en estilo románico, aunque ha sufrido numerosas reconstrucciones posteriores.
También son notables sus murallas y fortificaciones, levantadas por Justiniano en el siglo VI y a las que los venecianos dieron su forma actual.
Cetiña
Cetiña es una de las dos capitales del país (la otra es, por supuesto, Podgorica). Tiene el estatus de Antigua Capital Real. Pese a ser una localidad minúscula, fue capital en solitario hasta 1918.
Cetiña cuenta con un monasterio del siglo XVIII y con el Palacio del Rey Nikola, que durante más de cincuenta años sirvió como sede de la familia real de Montenegro y hace ya un siglo que pasó a ser un museo. El palacio sorprende por su sencillez (para ser un palacio real, quiero decir).
Bar y el lago Skadar
Bar es otra ciudad de la costa adriática de Macedonia, también con una importante infraestructura turística. Aparte de por las playas de su término municipal, Bar es notable por las ruinas de su ciudad vieja amurallada, Stari Bar, que es uno de los yacimientos arqueológicos con restos de época medieval más importantes de los Balcanes.
En Stari Bar se conservan muchos edificios públicos y privados de diversas épocas y estilos arquitectónicos. Entre ellos suelen citarse la puerta principal (siglos XIV-XVI), el acueducto otomano que suministraba el agua a la ciudad (siglo XVI), la torre del reloj (siglo XVIII), los baños turcos y diversos palacios e iglesias.
Cerca de Bar (y también de Podgorica, ya sabemos que Montenegro es un país pequeño), está el lago Skadar, uno de los lagos más grandes de Europa. Lo comparten Montenegro y Albania.
En el lago hay muchas islas e islotes. En algunos de ellos había en la Edad Media monasterios en los que los monjes se dedicaban a copiar libros.
Cerca de Virpazar, la población más importante a orillas del lago, se halla la isla Grmožur, con una fortaleza que albergó durante mucho tiempo una prisión utilizada para los delincuentes más peligrosos. La propaganda turística la llama el Alcatraz de Montenegro. Hoy en día, Grmožur es un hábitat ideal para distintas especies de aves. Y es que el lago es un paraíso para las aves. Y para los ornitólogos, claro.
En el lago Skadar se organizan excursiones en barco para visitar los monasterios y para avistamiento de aves.
Qué ver en Montenegro: el monasterio de Ostrog
El monasterio de Ostrog es el lugar de peregrinación más concurrido de Montenegro. Está incrustado en una impresionante pared vertical de roca, en las montañas del interior, y dedicado a san Basilio de Ostrog, que murió allí. El cuerpo del santo se expone a los fieles en la iglesia rupestre, al fondo de una habitación-gruta excavada en la roca. Ten cuidado con la cabeza al entrar y al salir: yo todavía tengo, en el momento de escribir estas líneas, la costra de la herida que me hice por no ser suficientemente cuidadoso.
El conjunto de Ostrog tiene también un monasterio en la parte más baja del monte, a muchas curvas cerradas de la iglesia rupestre. La distancia entre ambos es de algo más de 2 km.
Kolašin y el monasterio de Morača
Kolašin, en la parte central del país, es uno de los centros de turismo de montaña de Montenegro. En su término municipal está el parque nacional de Biogradska Gora, con bosques centenarios y lagos glaciares.
La mejor opción para llegar a Kolašin es tomar en Bar o en Podgorica el tren que llega hasta Belgrado, llamado a veces el expreso de los Balcanes o el ferrocarril de Tito. Y no por la (dudosa) rapidez o comodidad de este tren, sino por los espectaculares paisajes que atraviesa, primero a lo largo del río Morača y luego sobre el Mala Rijeka (río pequeño). Ambos ríos discurren entre montañas, formando impresionantes cañones.
El punto culminante del recorrido es el llamado Viaducto Mala Rijeka, que cruza el río a una altura de 200 m. De este viaducto se dice que fue, en su momento, el más alto del mundo.
En Kolašin está el monasterio de Morača, del siglo XIII. Consta de dos iglesias, una más grande y otra más pequeña, y un albergue para peregrinos. La puerta principal es románica.
El monasterio de Morača es importante no sólo por la arquitectura, sino también por sus pinturas murales.
Cómo llegar a Montenegro y dónde quedarse
Las agencias de viajes suelen ofrecerte viajar por avión a Dubrovnik y luego por carretera hasta tu hotel en Montenegro, pero merece la pena comprobar si te viene mejor volar hasta Podgorica, la capital, en vez de a Dubrovnik. Haciéndolo así te ahorrarás varias horas de coche.
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Si quieres explorar Montenegro, probablemente te interese establecer Budva, que dispone de la mayor oferta hotelera, como base de operaciones. O quizá Kotor. Sólo las montañas del norte quedan lejos de estos núcleos urbanos.
Si lo tuyo es el turismo rural o de montaña, obviamente te convendrá buscar alojamiento en el interior del país.
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Los conductores montenegrinos tienen mala fama en internet, pero creo que, si en algún momento esa mala fama estuvo justificada, ya no es así. Y las carreteras están señalizadas, su firme en buen estado… aunque, eso sí, suelen carecer de arcén. En conclusión: es perfectamente factible moverse por el país con un coche alquilado, en particular si se evitan los meses de máxima afluencia de visitantes.
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