Croacia es un hermoso país, muy apropiado para disfrutarlo en un viaje a tu aire. El plan puede ser simple: partir de Zagreb, en el Norte, y recorrer el país por la costa hasta Dubrovnik, en el extremo sur, haciendo una serie de paradas intermedias. Luego, al regresar, puede uno abandonar la carretera de la costa para visitar el magnífico Parque Natural de los Lagos de Plitvice, en la Krajina (la Frontera), región cuyo nombre nos trae a la memoria infaustos recuerdos de la última Guerra de los Balcanes…
Croacia: un viaje que (casi) no necesitas preparar
La preparación del viaje puede consistir, simplemente, en reservar los vuelos (ver vuelos a Zagreb), un coche de alquiler en el aeropuerto y los hoteles a lo largo del recorrido. Por ejemplo, pueden reservarse hoteles en Zagreb, Rijeka (en la costa, frente a Venecia, aunque la península de Istria se interpone entre ambas ciudades), Split, Dubrovnik y, ya de regreso, en Plitvice, antes de volver a Zagreb (ver hoteles en Croacia). Y dejar el resto a la improvisación. Por supuesto, también puede hacerse el viaje al revés, comenzando por Dubrovnik, aunque yo recomiendo empezar por Zagreb y dejar para el final Dubrovnik y Plitvice, consideradas por muchos las joyas de Croacia.
En Croacia no te vas a aburrir. Vas a ir descubriendo monumentos romanos, ciudades medievales, hermosos paisajes en la costa dálmata, salpicada de islas… No, en Croacia no te vas a aburrir. Quizá fuera lo mejor que dejaras de leer, para no estropear el factor sorpresa…
Lugares imprescindibles en un viaje a Croacia
Bueno, si has seguido leyendo supongo que eres de los que prefieren viajar informados, así que enumeraré algunos de los lugares de interés que vas a encontrar en Croacia. Son los siguientes:
Zagreb, la capital, nacida de la unión de las poblaciones fundadas en la Edad Media en las colinas de Kaptol y Gradec. Así que hoy en día, la ciudad alta es la parte más antigua de la ciudad. No hay que perderse la antigua puerta de piedra de entrada a Gradec, que es un curioso lugar de culto (la religión católica sigue jugando un importante papel en Croacia). No lejos de allí están el Sabor (el parlamento croata) y el palacio del Ban, sede de la Presidencia de la República.
Rijeka, ciudad costera que cuenta con un importante puerto, puede tomarse como base para visitar la península de Istria. Claro que, si tienes más tiempo, puedes buscar un hotel en la propia península. El carnaval de Rijeka es notable (incluso desde España pueden encontrarse viajes organizados a Rijeka en las fechas del carnaval).
Zadar (Zara en italiano), ya en Dalmacia, es una bonita ciudad medieval, amurallada, con una hermosa catedral y un foro romano. Zadar ha sido, históricamente, una ciudad más italiana que croata (sólo dejó definitivamente de ser italiana después de la Segunda Guerra Mundial). Todavía puede verse el León de Venecia sobre su principal puerta de acceso.
Šibenik es otra bonita ciudad medieval de Dalmacia, que para variar es, históricamente, más croata que italiana. Su Catedral de Santiago es Patrimonio de la Humanidad.
Trogir, una encantadora ciudad de menor tamaño, vive principalmente del turismo. Su casco histórico medieval está repleto de edificios románicos y góticos (palacios, iglesias, una logia, etc.).
Split, la mayor ciudad de Dalmacia, es industrial y portuaria. En ella se encuentra el famoso palacio que ordenó construir el emperador romano Diocleciano entre los siglos III y IV de nuestra era. El palacio era, además, una plaza fuerte, y, como tal, está amurallado (sólamente su fachada sur, que da al mar, no se encuentra fortificada). Es enorme: se supone que llegó a albergar a 9.000 personas. Hoy en día, aún se encuentra habitado. Resulta sorprendente ver la ropa tendida entre las columnas romanas de la fachada.
Para viajar de Split a Dubrovnik hay que salir de Croacia, porque el territorio croata está interrumpido por la pequeña salida al mar de Bosnia Herzegovina. Ni al salir ni al volver a entrar hay que mostrar el pasaporte.
Dubrovnik, llamada Ragusa hasta que comenzó el siglo XX, no necesita presentación. Históricamente, Ragusa fue una ciudad libre que contaba con una importante flota, al estilo de Venecia. Hoy, Dubrovnik, conocida como la perla del Adriático, es un importantísimo centro turístico. Su hermoso recinto histórico, amurallado y fortificado, es probablemente uno de los lugares más conocidos y fotografiados del mundo. Su centro es la famosa Placa, la calle pavimentada de mármol que lo cruza de este a oeste, desde la Plaza Luza, en la que se halla el palacio Sponza, hasta la zona de la Puerta de Pile, no lejos de la cual está el monasterio franciscano. Dobrovnik es una ciudad en la que hay que perderse, callejeando sin rumbo preestablecido.
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, el más conocido de los parques nacionales croatas, está situado en la región de la Krajina (la frontera), mayoritariamente habitada hasta hace muy poco tiempo por serbios. Tras la última Guerra de los Balcanes, los serbios, que se habían rebelado contra la Croacia independiente proclamando la República Serbia de Krajina, fueron desplazados de la zona.
En el territorio del parque hay una serie de lagos, a diferente altitud y comunicados entre sí por cataratas y cascadas. El conjunto resulta de una belleza impresionante. El parque se visita a pie, a través de senderos y puentes de madera, o en barca (en los lagos de mayor tamaño). En invierno la nieve lo cubre todo, el agua de los lagos se congela, y sólo es posible hacer un breve recorrido a pie para contemplar los lagos y las cascadas desde las alturas. Pero la espectacularidad del paisaje nevado y la ausencia total de turistas convertirán ese recorrido en algo inolvidable (bueno, lo de la ausencia de turistas no puedo garantizarlo; a lo mejor han cambiado las cosas desde que yo estuve allí 🙂 ).
Mejores fechas para viajar a Croacia
Los mejores meses para visitar Croacia son mayo, junio y septiembre. En julio y agosto, la sobrecarga turística puede resultar agobiante, como en tantos otros lugares de la cuenca mediterránea. Si viajas entre noviembre y abril pasarás frío, pero si éste no te importa mucho, no te cortes: la belleza del parque de Plitvice cuando está nevado es sobrecogedora.
Puedes encontrar alguna información adicional en el relato de mi viaje a Croacia en 2006 y en el de mi paso por la zona croata de la península de Istria en 2010.
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