Las Fairy Glen Falls están en el pueblo de Rosemarkie, a 15 millas por carretera de Inverness, en Escocia. Allí encuentras una ruta de senderismo perfectamente señalizada que parte de una zona de aparcamiento. La ruta, atravesando un valle que discurre al lado de la carretera, conduce a dos cascadas que, haciendo honor a su nombre, parecen sacadas de un cuento de hadas (fairy es hada en inglés).
El valle por el que discurre la ruta está surcado por un arroyo, que se cruza en varias ocasiones por puentes. La longitud del sendero no llega a 1,5 km, menos de tres km en total entre la ida y la vuelta al parking, así que, además de precioso, el recorrido es fácil.
Problablemente encuentres poca gente el camino (nosotros sólo vimos a un par de personas, y no eran turistas, cuando lo recorrimos). Eso sí, teniendo en cuenta el clima de Escocia, es muy posible que te llueva, así que conviene que vayas preparado. Y no olvides llevar calzado adecuado para el barro que probablemente tendrás que pisar en algún momento.
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