Bujará (Uzbekistán), importantísima estación de la Ruta de la Seda, en otro tiempo contaba con numerosos estanques, unidos por canales, en los que se almacenaba agua.
Hoy sólo quedan algunos de esos estanques. En éste, alejado de las rutas turísticas más transitadas, algunos bujarenses se bañan para combatir el fuerte calor reinante (el día de julio de 2008 en que se tomó esta foto, el termómetro llegó a marcar 48º a la sombra).