Las llamadas Tumbas Saadianas de Marrakech datan de finales del siglo XVI. En ellas está enterrado el sultán Ahmed Al-Mansur (que fue quien las mandó construir) junto a su familia y otros miembros de la dinastía saadiana, originaria del valle del Draa.
El mausoleo es uno de los muchos tesoros que encierra entre sus murallas la llamada ciudad roja (aunque, dicho sea de paso, su color tiende más al rosa que al rojo).