Hangzhou es una antigua ciudad situada en el delta del río Yangtsé, al este de China. No está lejos de Shanghai, por lo que se puede ir (en tren) desde allí y volver en el mismo día. El viaje enlazando metro de Shanghai / tren / metro de Hangzhou te puede llevar hasta el centro de esta ciudad, no lejos del lago del Oeste, que es su principal atracción.
El lago, cuyo nombre chino, Xi Hu, se traduce a veces como lago Occidental, cuenta con diques, islas, pabellones, jardines, plantas y flores de loto. Ha sido declarado por la Unesco patrimonio de la Humanidad bajo el nombre de Paisaje cultural del Lago del Oeste en Hangzhou.
El lago de Hangzhou
Merece la pena pasear alrededor del lago. Será un paseo de unas cuantas horas (nosotros, el último tramo, hasta llegar al metro, lo hicimos en autobús). Alternativamente, se puede tomar una de las embarcaciones que surcan sus tranquilas aguas.
Si partes del centro de la ciudad para rodear el lago en sentido opuesto al de las agujas del reloj, encontrarás primero el dique Bai, que te llevará a la isla de Gu Shan. La isla cuenta con pabellones, jardines… y una cafetería perteneciente a una cadena internacional en la que nosotros comimos algo sentados frente al lago. Luego accederás por un puente a tierra firme, y poco después podrás tomar el dique Su, que te llevará directamente a la zona meridional del Lago del Oeste.
Cuando llegues de nuevo a tierra firme, podrás visitar la pagoda Leifeng, una torre octogonal de cinco pisos construida originalmente en el siglo X que se derrumbó en 1924 y fue reconstruida en 2002. Se llega a la base de la pagoda mediante una escalera mecánica y se sube a su cima en ascensor, así que no te cansarás después de la caminata alrededor del lago. Probablemente, eso sí, tendrás que hacer unos minutos de cola para entrar. Desde la altura de la pagoda se tiene una magnífica vista del lago y la ciudad (situada en su orilla oriental).
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