Cádiz (Andalucía, España) está situada en el extremo sudoccidental de Europa, en una isla unida al continente por una estrecha lengua de tierra. Fundada por los tirios, es uno de los asentamientos fenicios más antiguos de occidente.
Qué ver en Cádiz
Se accede al Cádiz histórico por la Puerta de Tierra, del siglo XVIII, que da acceso al antiguo recinto amurallado.
No muy lejos, porque el casco histórico de la ciudad no es grande, está la catedral de Santa Cruz sobre las aguas, conocida también como la Catedral Nueva, porque a su lado se levanta la llamada Catedral Vieja (erigida en el lugar que un día ocupara la antigua catedral gótico-mudéjar, destruida en el siglo XVI cuando holandeses e ingleses asaltaron la ciudad).
A dos pasos de ámbos templos están los restos del teatro romano de Cádiz, descubierto recientemente, que en la actualidad se encuentra en proceso de restauración y no puede visitarse. Bueno, me temo que más que restaurarlo lo estén reconstruyendo (esa impresión de dió al asomarme por la valla que proteje las obras). Se dice que este teatro es el segundo en tamaño de todo el orbe romano (su aforo habría sido de unos 20.000 espectadores).
El Museo de Cádiz alberga numerosos hallazgos arqueológicos fenicios y romanos, ademas de una importante colección pictórica. Entre sus joyas destacan los sarcófagos fenicios de un hombre y una mujer, los primeros gaditanos de los que se tiene noticia.
Cádiz es una ciudad animada y muy apropiada para pasear, porque por sus estrechas calles circulan muy pocos coches (ya que encontrar aparcamiento es imposible). Te recomiendo que recorras las calles y plazas del interior de la ciudad, pero también que te des una vuelta, a poder ser al atardecer, por la playa de la Caleta, partiendo del castillo de Santa Catalina, en su extremo norte.
Imprescindible. Dejarás atrás el antiguo hospicio, el balneario, el paseo de Fernando Quiñones… Luego, puedes continuar a lo largo de la costa hasta llegar a la catedral y el barrio del Pópulo.